La vida de Ariel es un completo fracaso, pero en una fiesta repentina encuentra a una joven desconocida, dormida en su cuarto, que le da el abrazo y la compañía que él tanto anhelaba. A la mañana siguiente Ariel despierta solo, pero encuentra una pertenencia que la joven ha olvidado y que utilizará de excusa para buscarla y encontrarse nuevamente.